¡sorpresa!

Hace mucho tiempo perdí el sentimiento de ingenuidad y sorpresa que uno sentía el 24 de diciembre, cuando el niño Jesús se metía por algún rincón, hueco, ventana, aparecía, desaparecía… y de la nada me sorprendía con un obsequio; que de alguna manera esperaba, pero que a ciencia cierta no sabia que iba a ser. Pues este año mi mamá recreo en mi dicho sentimiento y de que ¡manera!

Estábamos en la casa de mi abuela casi toda la familia; la reunión empezó aproximadamente a las 9:30 (madrugaron), cada persona fue colocando en al árbol el detalle para los suyos: habían tarjetas, cajas, bolsas de todos los tamaños; todos escondían muy bien su contenido porque no se podía descifrar que guardaban en sí, excepto por una guitarra que por cierto estaba muy bien adornada.

Toda la mañana y parte de la tarde moleste con la bendita guitarra, pues era el único regalo que me daba la certeza de saber que era. Dije cosas como: el dueño de la guitarra tiene el compromiso moral-social de tocar el día de la madre y en cada reunión familiar, ¡yo no sabia que teníamos músico en la familia!, el 31 me tocan una canción por favor… en fin, así estuve hasta las 4 de la tarde que empezó la repartición de los obsequios para las personas que tenían compromisos mas tarde.Regalos van regalos vienen –y yo esperando el dueño de la guitarra, para hacer mis indirectas mas directas-. Era el turno de mi mamá, se paro al lado del árbol en frente de todos, sonriente y radiante dijo: Alejo (mi hermanito) el niño te trago unos patines, y a Mara (yo) una ¡GUITARRA¡

Yo no lo podía creer toda la mañana estuve esperando la entrega de la guitarra, para que la dueña fuera yo; me esperaba unos aretes, un reloj, una camisa, ropa interior, hasta un postre pero una guitarra (¿?), si del único instrumento musical del que he hablado en mi casa fue de un guiro y el único que he tocado ha sido una lira – cuando estaba en la banda de la escuela-Le dije a mi mamá en un tono discreto, sutil y alegre ¿y por que una guitarra? Ella con una hermosa sonrisa me contesto que cuando la había visto me le viene a la mente y que sentía que ese iba a ser un buen regalo para este año.

Proseguí a rasgar el papel navideño, saque la guitarra. Ella azul rey con negro me hizo entender que así tenga 20, 25, 30 años; mi mamá nunca va a perder ese toque de ternura, alegría e imaginación que siempre han dejado y dejaran huellas en mí.

Comentarios

Carlos Andrés dijo…
Regalos comprometedores...

-Un libro, porque en algún momento el que lo regaló va a preguntar "¿Qué te pareció?"

-Ropa... sobre todo si no es del gusto personal de uno; porque un mínimo ético es lucir dicho regalo ante quien lo hizo.

-Una guitarra... Xiomy sabe por qué.
Carlos Vásquez dijo…
La guitarra es más comprometedora. Te obliga a ser la animadora de cada reunión social de tu familia.

A propósito, ¿ya sabías tocar guitarra o tienes que aprender?
Xiomy dijo…
No, no tengo la menor idea de cómo tocar guitarra; he ensayado un poco sola y estoy esperando a que en la casa de la cultura de giradota entren de vacaciones para averiguar un curso.

En cuanto al compromiso bastante, sobre todo por mis comentarios; todo el mundo me seguía la corriente es mas me ayudaban y yo vagamente sabia porque.

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