American Dream
Fila interminable para entrar. El sol de clima frío comienza a freír las mejillas lentamente. Estamos anclados junto a la reja negra. La voz de la guardiana dispara comandos a nuestros oídos expectantes cada cinco minutos.
Fila infame para entregar los documentos, y la mejor de las sonrisas a la funcionaria de la ventanilla número cuatro. Espera humillante para la toma de huellas…una por cada índice. Finalmente, la espera… tres horas sentados en sillas de hierro con fondo de parrilla de asadero barato. Último llamado, los sueños se despiertan y el pulso se eleva.
Un hombre pregunta desde la opacidad verde de un cristal de seguridad.
-¿Qué hace usted, señor?- la voz del hombre es confusa.
- Soy profesor universitario
-¿Profesor de qué? – pregunta de nuevo el funcionario.
- Negociación, Mercadeo, Comunicación… Inglés... (Esa fue fácil… ¿qué sigue?)
Un simple “Su visa ha sido aprobada” seguida de una seña al de atrás para que se acerque y todo ha terminado.
Última fila. Informar la dirección para el envío del pasaporte. Esta fila me deshermana de los otros. Hace un rato nos mirábamos angustiados, cubiertos por la misma incertidumbre de no conseguir la visa, ahora los ojos de los otros se nublan de envidia mientras su duda interior permanece: ¿será que me la dan a mí también?
Mientras tomo el taxi, me doy cuenta que solo soy otro más… y también, otro menos.
Fila infame para entregar los documentos, y la mejor de las sonrisas a la funcionaria de la ventanilla número cuatro. Espera humillante para la toma de huellas…una por cada índice. Finalmente, la espera… tres horas sentados en sillas de hierro con fondo de parrilla de asadero barato. Último llamado, los sueños se despiertan y el pulso se eleva.
Un hombre pregunta desde la opacidad verde de un cristal de seguridad.
-¿Qué hace usted, señor?- la voz del hombre es confusa.
- Soy profesor universitario
-¿Profesor de qué? – pregunta de nuevo el funcionario.
- Negociación, Mercadeo, Comunicación… Inglés... (Esa fue fácil… ¿qué sigue?)
Un simple “Su visa ha sido aprobada” seguida de una seña al de atrás para que se acerque y todo ha terminado.
Última fila. Informar la dirección para el envío del pasaporte. Esta fila me deshermana de los otros. Hace un rato nos mirábamos angustiados, cubiertos por la misma incertidumbre de no conseguir la visa, ahora los ojos de los otros se nublan de envidia mientras su duda interior permanece: ¿será que me la dan a mí también?
Mientras tomo el taxi, me doy cuenta que solo soy otro más… y también, otro menos.
- Carlos Eduardo -
Comentarios
Cualquier formulario que lleve el título "solicitud" implica algo parecido: uno queda como en estado de latencia. Como que la vida pende de un hilo, de un sí o un no; un dentro o un fuera.
Una frase de moda dice: "Nos reservamos el derecho de admisión". Creo que aplica para estos casos.
Es triste pasar por todo esto, quedar sin plata y, la mayoría de las veces para que te despachen con un terrible "No".
VERONICA CORREA RUIZ
SECRETARIADO BILINGÜE.
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Pero lo mas importante es que hay que luchar por tus sueños y ideales sin importar cual sea el grado de dificultad.
Lo mas dificil de esta situacion es la insertidumbre y humillacion que se siente en ese instante y como te pasa a ti,me puede pasar mi y,a cualquiera de nosotros.