Acto Cívico

Con todo esto del día del idioma, uno recuerda. Y ahí ya aparece una primera sensación: en este lado del mundo recordamos (tanto como soñamos, reímos, cocinamos, cantamos y hacemos el amor) en Español. Que no debe ser lo mismo que hacerlo en otro idioma.

Así que con esos recuerdos en Español, me acordé de las carteleras de cada año para el día del idioma, en las cuales se supone uno debía dibujar a Marco Fidel Suárez, Rafael Pombo y a Miguel de Cervantes, para ex-ponerse frente a los compañeros en el Acto Cívico y decir que el primero y el tercero nacieron en la misma fecha. Los recuerdos ya lejanos de esas imágenes (que mi primo elaboraba a $20 c.u) viene envuelto en olor a mango biche, panelitas, y baladas románticas en español e inglés (que hoy llamamos respectivamente música "peluquería" y "glam").

Mi escuela, República del Salvador, en el barrio Campo Valdés, cada día del idioma se reunía a repetir mecánicamente el mismo ritual sin mito. Es decir, había ceremonia pero no sentido de celebración; la fiesta era externa, porque los menudos 9 años no nos alcanzaban para imaginar todo lo que un idioma permite (e impide) en la experiencia de un ser humano.

Y pa que vea cómo es la vida, quién se iba a imaginar que este niñito Carlos Andrés, de quien las amigas de su mamá preguntaban si era mudo, varios lustros después, no sólo sabe qué significa "lustro" sino que se atreve a celebrar el Español.

Por eso, sin saber si es un homenaje a mi lengua, o a mi memoria, aquí van las imágenes recuerdos:





Comentarios

Anónimo dijo…
una vez, en uno de esos actos civicos, me tocó declamar una poesía y nunca entendí qué fue lo que dije.
Carlos Vásquez dijo…
El lenguaje es más que una expresión... es un universo.

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