Cinco Segundos
Fueron cinco segundos y una jugada fantástica... pase de profundidad, puntazo del delantero, rechazo en el arco y guardametas que corre con balón hacia la portería contraria.
Movimientos impecables de tres niños de colegio, vistos desde un carro en movimiento. Ninguno de ellos sobrepasaba los 40 kilos de peso, el metro veinte de estatura ni los 8 años.
El proyecto de Mia Hamm era la portera. El niño del pase glorioso, un Beckham en crecimiento. Y el jovencito del derechazo un Ronaldihno en miniatura.
Mientras tanto, Holanda y Costa de Marfil jugaban en Alemania. Ni las fichas negras ni las blancas mostraban la pasión y el ímpetu de este trío en el reino mágico del recreo.
Movimientos impecables de tres niños de colegio, vistos desde un carro en movimiento. Ninguno de ellos sobrepasaba los 40 kilos de peso, el metro veinte de estatura ni los 8 años.
El proyecto de Mia Hamm era la portera. El niño del pase glorioso, un Beckham en crecimiento. Y el jovencito del derechazo un Ronaldihno en miniatura.
Mientras tanto, Holanda y Costa de Marfil jugaban en Alemania. Ni las fichas negras ni las blancas mostraban la pasión y el ímpetu de este trío en el reino mágico del recreo.
- Carlos Eduardo -
Comentarios
Recordé a mis sobrinos jugando en el patio de la casa de mi abuelito, creyéndose en el máximo mundial de fútbol.
Luego ganadores y perdedores, entraban sedientos (y hambrientos también), todos sucios, con moretones y raspadas en los codos y rodillas. Lo disfrutaban!