Kill o Gram
Escrito Cotidiano por XIOMY.
Diariamente reviso el correo. En esta ocasión no había nada importante, solo una gran lista de re- envíos. Me puse en la tarea de eliminar uno por uno, pero me llamo la atención uno en particular que tenía como nombre “adora tus kilitos de más”. Mi curiosidad ingenua de lo que iba a ver se estrelló con una cruel realidad. Eran las imágenes de estas mujeres.
Estas imágenes me hicieron sentir al principio tristeza, luego rabia y por ultimo lástima. La persona que me envió el mail lo hizo de muy buena intención, de hecho logró su propósito, porque al ver las imágenes me sentí bonita y afortunada de poseer salud en mi cuerpo y mi mente.
Nos estamos matando. Diariamente criticamos el terrorismo, los cambios de clima y el hambre y la miseria que está arrasando el mundo, el exceso de dinero y poder que tienen algunos y que les falta a los otros…
Es deprimente ver como hay personas estúpidas, egoístas, ególatras, ingenuas… no sé como llamarlas; que encarnan en su cuerpo todo el dolor y la miseria que deja lo que criticamos de una manera voluntaria y desquiciada. Vendan sus ojos con la obsesión, por lo que son y lo que quieren llegar a ser, por la realidad y la fantasía; son personas que encierran una dualidad, en su mente lo bello, hermoso y por que no casi perfecto, y en la realidad de su cuerpo lo aterrador, horrísono y funesto.
¿Por qué lo hacen? No porque quieran ser santas, ni mártires, ni por expresar una injusticia y muchos menos por necesidad y pobreza. Es por vanidad y consumismo, por encajar en el rompecabezas del mundo, el cual se rompe con un suceso (la guerra, la tecnología… etc.) y al poco tiempo vuelve y reestablece su estructura con nuevas figuras; por ser un color para ellas exacto y perfecto que no desentone en este arco iris.
Pero como dice Lotze “abrirse la realidad, como una flor, en nuestro espíritu” por triste y descarnada que esta pueda llegar a ser.
Soy una mujer un poco vanidosa. Lo digo en el sentido que me gusta verme bien por mí misma y no por los demás. Me reconfortó saber que a pesar de que el mundo influye en mí, no lo hace de un modo tan intenso o ¡al menos yo no lo dejo! Eso me hace pensar que soy fuerte y no tan vulnerable como creo ser.
Me sentí afortunada por poseer otra imagen de belleza femenina. Esta le da más importancia a la esencia y no a la existencia…. Además, al ver a estas mujeres quien no se siente feliz de tener unos kilitos demás; así sean mal puestos ¿no?
Diariamente reviso el correo. En esta ocasión no había nada importante, solo una gran lista de re- envíos. Me puse en la tarea de eliminar uno por uno, pero me llamo la atención uno en particular que tenía como nombre “adora tus kilitos de más”. Mi curiosidad ingenua de lo que iba a ver se estrelló con una cruel realidad. Eran las imágenes de estas mujeres.
Estas imágenes me hicieron sentir al principio tristeza, luego rabia y por ultimo lástima. La persona que me envió el mail lo hizo de muy buena intención, de hecho logró su propósito, porque al ver las imágenes me sentí bonita y afortunada de poseer salud en mi cuerpo y mi mente.
Nos estamos matando. Diariamente criticamos el terrorismo, los cambios de clima y el hambre y la miseria que está arrasando el mundo, el exceso de dinero y poder que tienen algunos y que les falta a los otros…
Es deprimente ver como hay personas estúpidas, egoístas, ególatras, ingenuas… no sé como llamarlas; que encarnan en su cuerpo todo el dolor y la miseria que deja lo que criticamos de una manera voluntaria y desquiciada. Vendan sus ojos con la obsesión, por lo que son y lo que quieren llegar a ser, por la realidad y la fantasía; son personas que encierran una dualidad, en su mente lo bello, hermoso y por que no casi perfecto, y en la realidad de su cuerpo lo aterrador, horrísono y funesto.
¿Por qué lo hacen? No porque quieran ser santas, ni mártires, ni por expresar una injusticia y muchos menos por necesidad y pobreza. Es por vanidad y consumismo, por encajar en el rompecabezas del mundo, el cual se rompe con un suceso (la guerra, la tecnología… etc.) y al poco tiempo vuelve y reestablece su estructura con nuevas figuras; por ser un color para ellas exacto y perfecto que no desentone en este arco iris.
Pero como dice Lotze “abrirse la realidad, como una flor, en nuestro espíritu” por triste y descarnada que esta pueda llegar a ser.
Soy una mujer un poco vanidosa. Lo digo en el sentido que me gusta verme bien por mí misma y no por los demás. Me reconfortó saber que a pesar de que el mundo influye en mí, no lo hace de un modo tan intenso o ¡al menos yo no lo dejo! Eso me hace pensar que soy fuerte y no tan vulnerable como creo ser.
Me sentí afortunada por poseer otra imagen de belleza femenina. Esta le da más importancia a la esencia y no a la existencia…. Además, al ver a estas mujeres quien no se siente feliz de tener unos kilitos demás; así sean mal puestos ¿no?
Comentarios
MIS FELICITACIONES POR TU VALIOSA REFLEXION
Dicho fenómeno va más allá del consumismo es algo que afecta la vida anímica del sujeto hasta el punto de convertirse en algo tanatológico, pero que de igual modo es inherente a él. Para mi es un “placer lleno de displacer”. Es un grito en silencio. Es un goce profundo…
Cómo llamar ególatras, entupidas, egoístas, ingenuas a sujetos que de un modo u otro lo que intentar hacer es vivir con el “fantasma”, o mejor aun con ese agujero psíquico del cual no nos salvamos ninguno de nosotros, pero que todos SUFRIMOS de modo particular. Tania Rodríguez
No puedo dejar de pensar que las dos posiciones son interesantes. De un lado, asumir que las niñas son débiles psicológicamente y se encargan de no alimentarse con el fin de "aparecer" ante los demás sin temores.
Del otro, entender que -por el contrario- si se "enferman" así es una decisión inconciente (¿se escribe así?) desde la cual manifiestan un malestar que es diferente.
En cualquier caso, no es recomendable tachar a los demás de enfermos, o pensar que están mal porque no son como uno. Aunque, por lo general, es lo más fácil.