Tarde Libre

Las calles del recuerdo… no. Debe haber otra forma de empezar, a ver… las gotas que caen… (Demasiado trillado). Hoy, fue un día… cómo lo dijera… este ¡Ah, ya se! Todos alguna vez nos hemos sentado frente a la pantalla del computador en blanco… ¿todos? Mmm… No… no me sale nada… quizás si… no, por ese lado tampoco. Los niños juegan pelota bajo la ventana de mi casa… Hay Zumm de salpicón en la nevera… (Suena como a la jarra vacía de Carlos Andrés…) La señora vino hoy a planchar… No tuve clase por la noche… mi hijo juega “Doom” en el Play Station… Ayer empecé a leer “El código Da Vinci”… Me cobraron hoy el arriendo… Tengo pereza…

¡Qué desastre! Por eso es que me aburren tanto las tardes sin nada que hacer.

- Carlos Eduardo -

Comentarios

Carlos Andrés dijo…
Reflexión I

Las tardes de viernes son de mi agrado. Las mañanas también, aunque sean lluviosas como la de hoy, y aunque uno se despierte después de haber soñado algo tan agradable que hace ver la vida real mucho menos divertida que el sueño.

Pero comenzar una tarde libre, no es como comenzar un cuento, o un relato, o una novela, o una película. En muchas ocasiones esa primer secuencia, esa primera página pasan inadvertidas para el lector. Pero detrás de ella hay un mundo de pensamientos que quien escribe padeció en carne propia.

Comenzar y terminar. La vida se nos va en comienzos y finales.
Carlos Andrés dijo…
Reflexión II

Termina un día, comienza una noche. Terminar una carrera universitaria es comenzar una vida laboral. Terminar una vida laboral es iniciar otra etapa de la vida.

Y así sucesivamente.

El asunto es que no nos damos cuenta, pasa frente a nosotros. Sólo nos damos cuenta de los comienzos o finales con ritual social, como los grados, el matrimonio, o las despedidas.

Pero eso no significa que no haya más rituales, invisibles en su mayoría.
Carlos Andrés dijo…
Reflexión III

Pienso por ejemplo en el baño. O en el saludo y las despedidas.

También en esas veces que tomamos aire para asumir con fuerza adicional algo nuevo. O cuando decimos "qué descanso", o "casi que no".

Esos son mini-rituales de la vida diaria.

Por eso hay que escribir sobre la puerta, el baño, ese día que no se nos ocurría nada para escribir, el sueño perfecto, el encuentro con un vecino, la anécdota surgida por un par de perros, o la jarra vacía.
Carlos Andrés dijo…
Reflexión IV

Un estudiante me dijo que él no tenía nada para escribir en su autobiografía. Que su vida era demasiado normal. Que lo único raro, la única vez que tenía algo de movimiento era cuando salía de la casa al trabajo.

Yo no fui capaz de decirle nada brillante, de lo cual pudiera sentirme orgulloso; ni recreo la situación para mostrar que hice cambiar su forma de ver el mundo.

Pero él sí afectó la mía. Antes de ese diálogo no estaba tan seguro de que trabajar, sobre todo en algo que no le gusta a uno, es una primera forma de mimitizarse en la vida, de hacer parte del paisaje.

Y pienso en cuánta gente vive así, camuflada, anónima. Una más, o una menos. Nada importa sobre ellas, porque nada les importa.

Mientras más nos metemos en esas pequeñeces, más nos damos cuenta de la inmensidad. Lo inmenso, lo infinito se encuentra en lo pequeño. Qué bueno reconocernos como seres pequeños, arrojados al azar en el universo.

¿Qué opinás, Carlos?
Anónimo dijo…
Me voy a atrever a opinar....

yo creo que vivir a toda hora pendiente de la cantidad de cosas importantes que hace uno en un dia lo dejarìa tan cansado que siquiera que no es asi porque uno todos los dias hace muchas cosas y si a todas les dá demasiada importansia se queda sin tiempo y hay que hacer cosas importantes.
Carlos Vásquez dijo…
Pienso que el muchacho que dice que su vida es inmutable tiene su alma a punto de naufragar.

Viene cayendo en picada desde la pequeñez de su imaginación.

Alguien debería quitarle la venda de los ojos.

Allí donde los ojos enfocan hay una historia... el bolso de tela de cabuya colgado de la pared me dice que me acuerde de un profesor de música bohemio.

Ahí donde los oídos escuchan sobrevive una idea... el CD de los Grammy 1995, y la canción "The streets of Philadelphia" Me lleva a un puente y me habla de una ciudad sumida en un otoño gris.

La tecla que toca la yema de mis dedos tiene la "L" borrada y me acuerda del computador que tuve después del aparatoso "486".

La nariz que huele la humedad de la tierra durante los primeros minutos de lluvia, me lleva a mi primera infancia y a una niña de bucles rojos con mirada de sueño a las 7 de la mañana.

Y... el tipo este, te dice que nunca pasa nada.
Carlos Andrés dijo…
De alguna manera uno ve afuera lo que tiene por dentro. Algo que pienso de las historias que hemos contado aquí, es que no tienen nada de extraordinario.

No se ha visto el primer extraterrestre, ni algún accidente grave. Nada distinto a lo que pueda ocurrirnos a cualquiera de nosotros mientras vamos a trabajar o volvemos a casa.

Claro que me parece justo enfatizar algo: no es que las cosas nos ocurren; es decir, no solamente es eso. También es que, mientras ocurren, o no ocurren, a uno se le ocurren muchas cosas.

Para la muestra, un blog en el que varios escritores hispanoamericanos publican diariamente, como bitácora, sus historias permanentes.

http://www.elboomeran.com
Anónimo dijo…
COMENTARIO

Carlos Eduardo nos esta comentando acerca de una tarde libre como una de tantas que tenemos en nuestra vida cotidiana en la cual describe paso a paso todo lo que hace, siente, piensa en ese día.
Es un escrito que no tiene muchas bases para opinar acerca de el ya que lo que el esta haciendo son puras descripciones de una tarde libre.
Anónimo dijo…
no... me parecio super chistoso.porque tiene toda la razón sentarse a escribir o comenzar a pensar en algo hace que existan muchas preguntas o muchos comentarios.por ejemplo en mi caso como empiezo, haber que escribo
y muchas veces me pasa lo mismo claro que normalmente mantengo mi tiempo ocupado por ejemplo son casi las 10 de la noche y no he podido hacer mis tareas.aunque si no me pareciera interesante esta clase no la haria. bueno me gusto mucho haber hecho esta tarea lo seguire haciendo. aunque mi comentario no concuerda con ninguno de los que ya han escrito. pero es mi opinion.
Carlos Andrés dijo…
Yo no creo que haya una descripción de una tarde. Más bien es una reflexión a partir de la indecisión que genera empezar a escribir.
Anónimo dijo…
En una tarde libre mi primer deseo es compartir un lugar de descanso con mis seres queridos y dejar por una tarde mi puesto de trabajo el cual quiero mucho porque sé que le aporto a mi empresa y la colaboro a las personas. Pero al desatarme de él, me gusta dejarme consentir y consentir a mi familia, es por esto que le doy mucho valor al tiempo que puedo dedicarnos.
Anónimo dijo…
Creo que las tardes que tengo libres son para descansar,pensar, analizar la forma en que llevo mi vida, todo momento libre es para aprovecharlo y aplicarlo de una manera positiva en nuestras vidas, no como algo aburrido.
Se han llegado a preguntar todo el tiempo ocupado en el estudio, en el trabajo, en los oficios de una casa, eso si que es aburrido.
Anónimo dijo…
Una tarde libre y sin nada que hacer es lo mas aburridor del mundo, porque cuando se desea tener tiempo libre es para disfrutarlo, hacer cosas que no podemos hacer todos los dias, estar con esa persona a la cual le quisieramos dedicar mucho mas tiempo, pero lo ironico de todo esto es que en este momento no tengo con quien compartir estos ratos libre y si tengo un tiempito libre es para aburrirme y acabar de undirme en esta soledad que cada dia me come por dentro...

JUAN TOBON
Anónimo dijo…
es un reflexion de alguien que no tenia muy claro sobre que queria escribir y que solo empezo a describir lo que estaba haciendo esa tarde ta aburridora para escribir un texto
Anónimo dijo…
yo opino que es un escrito demasiado comun como lo que todos decimos o pensamos en un momento de desparche, pero no lo escribimos por que es muy trillado o comun
Anónimo dijo…
DEVERDAD QUE SI ES MUY TEDIOSO COLOCARSE EN EL CP A ESCRIBIR Y MAS SI NO NOS NACE NADA PERO CREO QUE ESTO ES PARTE DE NUESTRA EDUCACION---Y EXPRESAR LO QUE OPINAMOS DE ALGUIEN QUE ESTA ESCRIBIENDO CON TODA LA AUTORIDAD DEL CASO PORQUE DEJEME DECIRLE LOS FELICITO SE SE VE QUE LO HACEN CON MUCHAS GANAS.
COMO DICE LADY OSPINA ES LO QUE NOS SALE Y ES NUESTRA OPINION
Anónimo dijo…
Muchas veces cuando no tenemos una programacion o algo para hacer, terminamos por aburrirnos, por que el tiempo pase rápido y que pasa, que es cuando más lento pasa todo, cuando no tienes una actividad por realizar o cualquier evento para asistir, simplemente cuando estas sin hacer nada, todo es aburrido y monotono.
Anónimo dijo…
Después de leer varios escritos de Carlos Eduardo he reflexionado de la
importancia de la cotidianidad, de esos pequeños y sencillos momentos
que vivimos a diario y que engrandecen nuestra existencia. Momentos
fáciles, difíciles, tormentosos, agradables, placenteros, preocupantes,
felices, extraños, relajantes… Personas amorosas, laboriosas, luchadoras,
también difíciles… pero que al fin de cuentas se convierten en la
sustancia, la esencia de nuestras vidas, lo que la engrandece, lo que la
dignifica, lo que nos hace aferrarnos a ella y vivirla intensamente con
la misteriosa e indescifrable certeza de ser solo una. Lo cotidiano: El
ser humano vive el afán de averiguar las maravillas del más allá
desconociendo las del más acá. Esperamos momentos mágicos sin saber que cada
minuto podemos hacerlo mágico con nuestro toque personal. Un montón de
pequeños espacios y detalles que hilados entre sí pueden darle un
delicioso sabor a nuestras vidas.
Y escribir…. En este ejercicio encontramos la posibilidad de plasmar en
un papel lo que somos, lo que vivimos, lo que sentimos, lo que soñamos,
lo que nos hace sensibles, lo que nos asombra… Carlos Eduardo con sus
escritos nos muestra su parte sensible, también plasma allí sus estados
de ánimo, lo que piensa, lo que vive, lo que le preocupa, las cosas que
vive y lo grande que pueden hacerlo sus palabras.
Anónimo dijo…
Esta situaciòn a todos nos pasa asi seamos personas con muchas ocupaciones,simplemente se dan por cualquier situaciòn y pienso que aunque se consideren como perdedera de tiempo, algo bueno debe de tener el pasar rato sin hacer nada productivo.
Anónimo dijo…
Buenas tardes lectores pienso que el tiempo libre es necesario para mi por que me sirve de reflexión para la vida tan complicada y a la veces placentera que llevo, es tiempo de calma, paz, e intimidad conmigo misma. quisiera unos tiempos libres para algunas otras cosas que no he realizados pero espero que con la ayuda de Dios pueda sacar tiempo para efectuarlas y darle rienda suelta a mi creactividad e imaginación.

Los vere pronto.
Anónimo dijo…
El tiempo libre es necesario para cada persona le sirve de locha, "descanso", pasatiempo, diversión, alegría, tristeza y lo ateriza en su largo vivir y sirve también de crecimiento y colocar los pies sobre la tierra.
Anónimo dijo…
HA VECES ES BUENO MANTENER EL TIEMPO OCUPADO, PARA DISTRAERNOS Y NO ESTAR PENSANDO EN LAS COSAS QUE NOS ESTRESAN, LO MAS COMUN ES QUE CUANDO HAY UN PROBLEMA TODOS SE NOS VIENEN ENCIMA Y HAY SI QUE ES PEOR TE TODOS MODOS HAY QUE ESTAR PREPARADOS PARA ENFRENTARLOS,
Anónimo dijo…
Estoy de acuerdo contigo, en este comentario Carlos, ya que generalmente cuando no tenemos nada conciso y preciso para hacer o cuando no tenemos nuestro tiempo bien planificado, se nos convierte en tortura no tener nada que hacer y si bien es cierto que cuando perdemos la oportunidad de aprovechar el tiempo, cuando lo necesitamos nunca es suficiente.
Anónimo dijo…
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